Una historia corta, un largo camino

Llegué un dia a una casa desconocida,
estaba viajando y como en todo viaje uno no sabe bien
cómo le irá
ni a veces a dónde va.
entré al cuatro de dormir
luego de estar un rato sola en la habitación
me dije a mi misma que necesitaba una confirmación
¿qué fue lo que me trajo hasta aqui?
No había ventanas.

a mi lado había un pequeño cubículo en la pared
con puertecitas de vidrio
la abrí sin pensar.
Él guadaba secretamente su figura,
la imagen en un cartón viejo
y cuidado
era un viajero como yo
sus alas me mostraban mis alas.
Era una carta sin palabras.

Libertad Esmeralda Iocco