Por un día en el verano de 2021 recorrimos los cementerios de Chemnitz, dejamos que su atmósfera nos afectara, buscamos y encontramos ángeles, «dolientes» y señales. La estética de las figuras dejó una impresión duradera, y convertimos sus gestos en movimientos iniciales (enlace a “Ponte en movimiento”) al día siguiente.

La parte antigua del cementerio judío nos impresionó con sus cementerios yermos, y con las tumbas que no se pueden encontrar allí: Todos los que fueron asesinados en los campos de concentración, cámaras de tortura, en transportes y marchas de la muerte quedaron, como escribe Celan, «una tumba en el aire». El hecho de que a pesar de todo esto haya una comunidad judía en Chemnitz -y con ella una nueva sección en este cementerio- da esperanza.